Generalidades sobre el caballo
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Hace 60 millones de años ya había caballos en el mundo; animales pequeños que vivían en bosques y praderas y se alimentaban de hojas y pastura. Estos animales caminaban sobre extremidades con cinco dedos en cada mano y pie, los cuales no tenían casco.
Cuando los caballos empezaron a desarrollar su vida más bien en el campo en vez del bosque, empezaron a cambiar progresivamente su aspecto físico. Para poder vivir en el campo abierto se necesitaba mayor velocidad y para esto obtener extremidades más largas y un cuerpo más delgado. Las manos y los pies se desarrollaron de tal manera que desaparecieron los dedos laterales, se fortaleció el dedo de en medio y se protegió con una uña extremadamente dura, el casco.
Los hombres empezaron a atrapar a los caballos, a domarlos y a aprovechar su fuerza de trabajo. Al cabo de unos siglos, los anteriormente pequeños caballos se habían desarrollado dependiendo del trabajo que hacían, la alimentación y la recría selectiva a ser más fuertes, más grandes y más ágiles.
Mientras que los primeros caballos domados le servían al hombre como animal de carga (jalar carretas o arados, cargar material de trabajo, etc.), los caballos de hoy en día son usados más en los deportes y en el tiempo libre. Todos son especializados en su trabajo y mucho más delicados en salud, alimentación y resistencia general en comparación a sus antepasados.
Los caballos más pequeños del mundo son criados en Argentina y son del tamaño de un perro. Los más grandes y pesados son los caballos de tiro, criados en Europa y llegan hasta una altura de 180 cm. Cuando trotan por la calle hacen retemblar el suelo. Entre éstos dos extremos hay muchas diferentes razas, puras y mezcladas, ponis, caballos de silla y carrera.